La Casa Batlló es uno de los edificios más emblemáticos del modernismo catalán así como un estandarte de la ciudad de Barcelona.
Además de saber que se trata de una obra del arquitecto Antoni Gaudí, hay otras curiosidades muy interesantes que debéis saber:
1. A la Casa Batlló también se la conoce como la Casa del Dragón, principalmente porque su colorista fachada remite al simbolismo relacionado con la leyenda de Sant Jordi, patrón de Cataluña. Hay mucha leyenda sobre esto y hay quienes creen que se trata de un paisaje acuático que recuerda la serie de óleos de Monet, y otros, como el genio Salvador Dalí, consideraron que esas formas pertenecían al mar y a la fauna marina. Lo que está claro es que a Antoni Gaudí le gustaba incluir los elementos orgánicos procedentes de la naturaleza, quizás por aquello de mantener vivas sus construcciones. ¿Sabías que en Barcelona el día de la fiesta de Sant Jordi la Casa Batlló es una visita casi obligatoria? Si quieres saber por qué haz clic aquí.
2. La obra en realidad es una adaptación de un edificio construido entre 1875 y 1877 por Emilio Sala Cortés, que era el profesor de arquitectura y también maestro de Antoni Gaudí. Lo que hizo él fue reformarlo hasta convertirlo en uno de los mayores exponentes del modernismo catalán.
3. Está ubicada en una zona que llegó a llamarse la Manzana de la Discordia. Principalmente porque formaba parte de un conjunto de cinco edificios modernistas importantes – la Casa Lleó Morera de Lluís Domènech i Montaner, la Casa Mulleras de Enric Sagnier, la Casa Bonet de Marcel·lià Coquillat, la Casa Amatller de Josep Puig i Cadafalch y la propia Casa Batlló – y principalmente porque existía una gran rivalidad profesional entre Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí.
4. Otra de las curiosidades es que fue en 1903 cuando Josep Batlló i Casanovas compró el edificio por 510.000 pesetas (3 mil euros más o menos) y decidió encargarle el proyecto de la construcción de su casa a Antoni Gaudí. El empresario le dio total libertad ya que quería que su hogar destacase sobre el resto y rezumase el estilo modernista tan propio de Gaudí. Las obras acabaron en 1907.
5. La Casa Batlló dejó de pertenecer a la familia Batlló en la década de los 50. Tras acoger diferentes empresas y particulares, desde la década de los 90 el edificio está en manos de los actuales propietarios, la familia Bernat, fundadores de la marca de caramelos Chupa Chups, quienes la han restaurado íntegramente.
6. A pesar de su belleza inconmensurable, la Casa Batlló no causó una gran sensación en un primer momento. De hecho, aunque Antoni Gaudí presentó el proyecto al concurso anual de edificios artísticos del ayuntamiento, lo desestimaron en dos ocasiones y fueron sus rivales quienes se hicieron con el trofeo: en 1906 lo ganó la Casa Lleó i Morera de Doménech i Montaner y y en 1907, el Col·legi Comtal de Bonaventura Bassegoda Amigó. Sin embargo, Finalmente en 1962, la Casa Batlló de Antoni Gaudí dejó de ser una rara avis y se incorporó al Catálogo Patrimonial del Ayuntamiento de Barcelona y en el 1969 fue declarada Monumento Histórico Artístico. Desde 2005 también forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en 2006 recibió el premio The Best in Heritage de Europa Nostra Awards.
7. La Casa Batlló también era un edificio de viviendas de alquiler. La familia Batlló vivía en la planta noble, que destaca por su ventanal de grandes dimensiones que conforma una tribuna a Paseo de Gracia, por sus grandes puertas de roble con formas orgánicas en las que Gaudí integró vidrios de colores y, por supuesto, por el techo totalmente ondulado, que hace alusión a la fuerza del mar. El resto de plantas que estaban disponibles las pusieron en alquiler.
8. La Casa Batlló le sirvió a la familia Batlló para subir escalafones en la escala social de la época. Por ello, Josep Batlló tuvo claro que no solamente quería estar en una buena zona como lo era y es Paseo de Gràcia, sino que quería destacar sobre los demás y que su hogar fuese exclusivo. De ahí que se entregase en cuerpo y alma a la mente creativa y al buen hacer de Antoni Gaudí.
9. Como os avanzamos, la Casa Batlló no enamoró en una primera instancia, ni siquiera a su propietaria, Amàlia Godó, hija del cofundador del diario La Vanguardia. Ella no fue precisamente una aliada de las ideas de Gaudí y eso provocó disputas en casa.
10. El interior de la Casa Batlló puede sin lugar a duda competir en belleza con su la espectacular fachada. Antoni Gaudí amaba los detalles y la artesanía y por ello colaboró con los mejores artesanos de la época trabajando hierro forjado, madera, vidrieras, azulejos de cerámica, ornamentos de piedra, etc… ¡Una auténtica obra de arte! No dejó nada al azar y además de ser una obra extraordinaria, también es funcional. En lo que respecta al mobiliario, parte del mismo fue diseñado por Gaudí, pero otros espacios fueron decorados con un mobiliario decimonónico de estilo neoclásico de carácter mucho más tradicional.
Visita la Casa Batlló en Passeig de Gràcia, 43. Venta de entradas.