La Casa Garriga Nogués, una obra majestuosa ideada por el arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia, esconde un tesoro artístico inigualable: el Museo del Arte Prohibido. Este espacio vanguardista, inaugurado este mismo 2023, destaca como el primero del mundo dedicado exclusivamente a exhibir obras de arte que han sido censuradas, prohibidas o retiradas de la exhibición pública.
Bajo la iniciativa del periodista y empresario Tatxo Benet, este centro cultural redefine la narrativa artística ofreciendo una colección que desafía las convenciones y fomenta diálogos hacia la libertad de expresión y la censura. Te animamos a explorarlo a través de sus piezas más impactantes, al mismo tiempo que te ofrecemos una visión detallada de las obras más destacadas que alberga la casa, una sede excepcional de esta experiencia artística única.
Casa Garriga Nogués, una joya modernista
Ubicada en el carrer de la Diputació y construida expresamente para el banquero Rupert Garriga Nogués, este edificio representa un espacio privilegiado del antiguo modernismo arquitectónico. Declarada Bien de Interés Cultural en 1980, se erige en el Quadrat d’Or, un conjunto de manzanas del Eixample conocidas con este nombre por la gran cantidad de edificios modernistas que concentran.
La fachada de la Casa Garriga es un mezcla de elementos clásicos, barrocos y modernistas entre los que destaca un balcón sostenido por cuatro columnas que el escultor Eusebi Arnau creó en representación de las cuatro etapas de la vida: la infancia, la adolescencia, la edad adulta y la vejez. En el interior de la casa, llaman la atención la majestuosa escalera de mármol y los vitrales paisajísticos y naturalistas de Antoni Rigalt.
El origen del Museo del Arte Prohibido
Los inicios del museo se remontan a un incidente en ARCO 2018, cuando una obra adquirida por Benet, «Presos políticos en la España contemporánea» del artista Santiago Sierra, fue retirada después de su compra. Este evento marcó el inicio de una colección única que actualmente acoge cerca de 200 obras, con unas cuarenta en exposición, poniendo de relieve la creatividad ante la censura.
Cada obra, ya sea una pintura, instalación o fotografía, actúa como una ventana que se abre hacia temas que van desde cuestiones feministas hasta críticas a los poderes teocráticos. Cabe señalar que el Museo del Arte Prohibido no se concibe como un espacio estático; aspira a ser un centro interactivo y transmedia de renombre internacional. Por ello, su programación abarca diversas disciplinas, desde literatura hasta danza y cine, centrándose en los mecanismos de censura.
Un Goya oculto en Barcelona
La colección del museo establece un recorrido que abarca desde el siglo XVIII hasta nuestros días, ofreciendo una mirada fascinante a la resistencia en medio de la adversidad. La diversidad temática de la exposición refleja la complejidad de la condición humana y sirve como recordatorio vivo de la importancia de la libertad de expresión en la creación artística, independientemente de la época en que nos encontremos.
Quizás por ello, la pieza más antigua del museo es ‘Los caprichos‘ de Francisco de Goya, una serie de aguafuertes satíricos elaborados entre 1797 y 1799. Se trata de una impresionante colección de estampas caricaturescas que ofrecen una mirada satírica sobre las supersticiones, el fanatismo y la decadencia de la razón. Esta obra maestra no solo ilumina los defectos de una España corrupta de la época, sino que también revela el carácter reivindicatorio de Goya, quien finalmente retiró la serie por temor a las represalias de la Santa Inquisición.
De Pablo Picasso a Jani Leinonen
Otra serie de grabados relevantes es ‘Suite 347’ de Pablo Picasso, censurados en 1968 por su alto contenido erótico y por el retrato irreverente del Papa. Concebidos cinco años antes de la muerte del artista malagueño, estos grabados recrean los juegos eróticos del pintor Rafael con su amante Formarina, con la presencia de varios voyeuristas. Recientemente, en 2012, la Iglesia Ortodoxa Rusa también condenó la exhibición de esta obra en la ciudad siberiana de Novosibirsk.
En el contexto de las obras contemporáneas, cabe mencionar ‘McJesus’ de Jani Leinonen, una representación impactante de 2019 de un payaso de McDonald’s crucificado que, debido a su simbolismo irreverente, desencadenó una notable controversia. Cuando esta obra fue expuesta en el Museo de Arte de Haifa, en Israel, provocó una reacción inesperada, con cientos de cristianos lanzando piedras con la intención de destruir la imagen.
De Eugeni Merino a Zoulikha Bouabdellah
La escultura ‘Always Franco’ de Eugenio Merino, creada en 2012, presenta una perspectiva aún más contemporánea. La obra posiciona al ex dictador dentro de una máquina expendedora de Coca-Cola, ofreciendo una visión satírica y provocadora. El artista enfrentó una demanda de la Fundación Francisco Franco, ya que quiso reflexionar sobre cómo, en España, este caudillo permanece como una imagen congelada en nuestra conciencia.
La provocadora instalación ‘Silence Bleu’ de Zoulikha Bouabdellah, que yuxtapone treinta pares de zapatos de aguja sobre alfombras de rezos islámicos, promueve otra profunda reflexión sobre la intersección entre religión y sociedad contemporánea (2015). Una obra que podrás descubrir junto con otras de artistas tan reconocidos como Ai Weiwei, Robert Mapplethorpe y Gustav Klimt.
Prepara tu visita al museo
Además de pasear por las imponentes salas, también puedes descubrir el museo con la guía digital interactiva gratuita desde tu propio dispositivo, que te permitirá profundizar en el contexto artístico y las repercusiones de las obras prohibidas por motivos religiosos, políticos y sociales. En la tienda del museo, además, descubrirás una amplia variedad de complementos que incluyen textil, joyería, elementos de hogar, diseño, escritorio, impresiones y una selección de libros.
Especialmente relevante es el catálogo del museo, que reproduce una selección de obras de artistas modernos y contemporáneos que han sido prohibidas, perseguidas, canceladas o censuradas. Este catálogo se acompaña de textos escritos por expertos como Jordi Carrión y Joan Fontcuberta e incluye grabados, pinturas, esculturas o instalaciones que han desafiado las instituciones políticas y culturales, desencadenando debates que, hasta hoy, continúan activos.