Un lugar sencillo y auténtico que sigue sirviendo las mismas cuatro tapas -pescado frito, boquerones, ensalada de tomate y cebolla con aceitunas y pincho de anchoas- que cuando se fundó en 1945, y donde se puede disfrutar de un modesto y delicioso vino a granel y un clásico vermut de la casa.
Segundo hogar de conocidos chefs, una mezcla de locales y turistas que vuelven a por más. Un clásico que nunca decepciona.
C/ de la Mercè, 28