En Cataluña, el vermut tiene una gran tradición, a pesar de que su origen procede de la antigua Grecia. De hecho, dicen que su precursor fue Hipócrates, quien para macerar el vino empleaba una mezcla a base de ajenjo, una planta aromática muy amarga, y díctamo, una hierba medicinal. Sin embargo, más tarde fueron los italianos quienes continuaron con esta tradición de macerar los vinos con ajenjo, cáscara de naranja, quinina o canela. Uno de los pioneros fue Antonio Benedetto Carpano, un tabernero que industrializó este proceso en Turín en 1786, y que lo puso a la venta entre sus clientes. Después surgieron marcas de vermut tan famosas como Martini o Cinzano. En cuanto a España, fue el italiano Perucchi quien en 1860 importó su receta a nuestro país y eligió la ciudad de Barcelona para elaborarlo. De ahí que se considere a Cataluña como cuna del vermut español.
El vermut es el protagonista indiscutible del aperitivo
El momento del aperitivo está muy arraigado en España, y es un momento ideal e informal para hacer un pequeño parón al mediodía y disfrutar de una charla con amigos. Por supuesto, hay quien opta por tomar unas cañas, pero en Cataluña, y durante años, el vermut ha sido la bebida de los domingos en familia, y en Barcelona, desde hace ya algún tiempo, se ha recuperado esta tradición y se le ha devuelto su protagonismo en las barras de muchísimos bares.
La liturgia del vermut
Dicho esto, ¿en qué consiste el vermut? Se trata de una bebida a base de vino, ajenjo y hierbas. Se suele acompañar de aceitunas, patatas fritas o unas bravas, berberechos u otra conserva, boquerones en vinagre y también frutos secos.
La fórmula perfecta para tomarlo es muy sencilla: un vaso bajo, un poco de hielo, una piel de limón o naranja, un chorro de sifón, si se quiere, una aceituna o banderilla y el vermut, que preferiblemente debe ser de grifo o artesano.
Los mejores sitios en Barcelona donde disfrutar de un rico vermut:
Quimet & Quimet
No lo decimos nosotros sino todas las guías del mundo. Abrió sus puertas en 1914 y podríamos asegurar que este lugar es el templo del vermuteo. Sus tapas están deliciosas y, por supuesto, su vermut. Esta bodega centenaria es de dimensiones reducidas, pero aún así requiere de una parada obligatoria. Es todo un referente.
📍 C/ del Poeta Cabanyes, 25
Bar Mut
Este lugar tiene mucho encanto y, sino que se lo digan a Robert de Niro, ya que se trata de su restaurante favorito de Barcelona. El Mut es un bar de tapas y un restaurante donde preparan ricas tapas, platillos y raciones ideales para compartir. Lo mejor, además de su excelente cocina de mercado, es el ambiente, ya que se trata de una taberna clásica de los años 30 del siglo XX.
📍 C/ Paul Claris, 192
Bar Calders
En pleno barrio de Sant Antonio, el Calders es un bar al que acudir para compartir un rico vermut acompañado de sus sabrosas patatas al curry romero o las patatas Sant Antoni que llevan queso fundido, guacamole y salsa picante. El espacio, ubicado en un pasaje peatonal bautizado con el nombre del escritor catalán Pere Calders, también tiene terraza, y es una de las más cotizadas del barrio. Buen ambiente, comida casera y vermuts.
📍 C/ Parlament, 25
Morro Fi
Este es otro de los clásicos imbatibles para disfrutar de un rico vermut. Además de ser un bar especializado en vermut propio que producen artesanalmente en Tarragona, su imagen de marca es genial y aquí podréis comprar packs que incluyen sus deliciosas patates gruixudes, conservas y la salsa Espinaler, fundamental para acompañar un buen vermut. El ambiente es muy agradable y si tenéis suerte y encontráis un hueco en la terraza un día de sol la experiencia será absoluta.
📍 C/ del Consell de Cent, 171
Bar Bodega Chiqui · Grado sushi
El Bar Bodega Chiqui es un clásico de toda la vida del barrio barcelonés de Sant Antoni. Además, de aseguraros que aquí tomaréis un rico vermut de la casa acompañado de gildas, tapas, platos combinados o encurtidos exquisitos, en el Chiqui también se puede comer un sushi espectacular. Y todo eso sin perder la esencia ni el ambiente de bodega.
📍 C/ de Vilamarí, 29
Bodega La Puntual
Esta clásica bodega está ubicada en un emblemático edificio junto al mítico bar Xampanyet. Aquí se degusta tapeo de gran calidad a base de charcutería ibérica, patatas bravas, conservas, croquetas, así como recetas de la cocina catalán como arroces, pulpo y otras delicias. Por suerte, han mantenido la esencia de antaño, ya que este negocio tiene nada más y nada menos que mil años de historia. Ideal para vermutear a base de bien.
📍 C/ de Montcada, 22
El Chigre 1769
Esta original sidrería/vermutería catariana, como a ellos les gusta definirse, es una carta de amor a la cocina catalana y asturiana. Por ello, ofrecen placeres catalanes y asturianos para disfrutarlos en buena compañía, y en un ambiente familiar y desenfadado. Esta taberna situada junto a la Catedral de Santa María del Mar también resulta un lugar perfecto para degustar diferentes vermuts procedentes de perfiles y orígenes variados.
📍 C/ dels Sombrerers, 7